lunes, 3 de septiembre de 2007

Herbert Simon, el gurú de la teoría de la decisión




Un auténtico Leonardo Da Vinci del siglo XX por sus aportes a diversas disciplinas, Herbert Simon ganó el Nobel de Economía por sus enfoques sobre la racionalidad económica y los procesos empresariales de decisión...



Nacido en 1916 en la ciudad estadounidense de Milwaukee, Herbert Simon fue un intelectual de enciclopédico saber. Un recorrido por sus aportes nos lleva por campos tan diversos como la economía, la política, la administración pública, la administración de empresas, la psicología, la matemática aplicada, la estadística y hasta la inteligencia artificial.Cuando Simon ganó el Nobel de Economía en 1978 por sus estudios pioneros acerca de los procesos de decisión en las organizaciones económicas, el comunicado de prensa difundido por el Banco de Suecia rezaba "en todas las áreas que investigó, Simon tuvo algo importante que decir". Veamos sus principales aportes a la economía y el management empresarial...Al igual que Harvey Leibenstein, figura que he reseñado para MATERIABIZ, Simon es un fuerte detractor de la hipótesis económica de la maximización. Los agentes, sostiene Simon, satisfacen sus necesidades, pero no maximizan.En efecto, en nuestra faceta económica, actuamos en un ámbito acotado de "racionalidad limitada" debido a nuestros defectos de conocimiento y la incertidumbre propia de la materia conocida.Sobre estas premisas, Simon desconfía de la capacidad de la economía a la hora de realizar predicciones. La actividad económica se desarrolla en un ámbito natural y social dinámico y complejo. Sus leyes jamás alcanzarán el grado de universalidad y constancia de la mecánica newtoniana. Las leyes económicas, fuertemente influidas por la historia, se modifican con los cambios de las instituciones, de nuestro conocimiento y nuestras creencias.De este modo, sobre el supuesto de imperfección del conocimiento, Simon propone concentrarnos principalmente en los procesos de aprendizaje, de resolución de problemas y de formulación de reglas (racionalidad procedural, la psicológica o real).



La obsesión por conseguir resultados (racionalidad substantiva), dado su carácter incierto, suele conducir a frustraciones.Precisamente, en su tesis doctoral defendida en la Universidad de Chicago y publicada en 1947 bajo el título de "El comportamiento administrativo. Estudio de los procesos decisorios en la organización administrativa" (Aguilar, Madrid, 1962), Simón aplicó estos conceptos a la toma de decisiones empresariales. Así, concluyó, lo máximo a lo que puede aspirar el manager es a adoptar un curso lo suficientemente satisfactorio, dada la escasez de datos y la racionalidad limitada de los procesos de decisión.Por otro lado, Simon realizó grandes aportes a la teoría de la organización empresarial.



Su obra "Teoría de la organización" (Ariel, Barcelona, 1961), escrita junto a James March, se ha convertido en un clásico de la administración. En aquella obra, Simon postulaba a la empresa como un sistema adaptativo compuesto por elementos personales, sociales y físicos unidos por una voluntad de cooperación para alcanzar fines comunes. Así, en la obtención de resultados corporativos, resulta más relevante la influencia de las acciones acotadas de cada uno de sus componentes que los posibles afanes maximizadores de los accionistas. En definitiva, al día de su muerte, el 10 de febrero de 2001, Simon dejó tras de sí una obra monumental con aportes en diversas áreas, una obra que, en el campo del management empresarial, se ha convertido en referencia obligada en las principales escuelas de negocios del mundo.

Ricardo CrespoProfesor de Economía del IAE

Materiabiz

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