Nacida en 1868, Mary Parker Follet fue una adelantada para su tiempo. Mucho antes de la liberación femenina, esta escritora se destacó por sus grandes aportes en disciplinas tan diversas como la psicología, la filosofía, la historia y las ciencias políticas. Sus profundos enfoques en teoría de la organización le han valido la membresía del selecto club de los gurúes del management.
En el artículo "Ethics in Management: Exploring the Contribution of Mary Parker Follett", el profesor del IESE Domènec Melé destaca el papel de esta pensadora como precursora de muchas disciplinas que hoy se enseñan y debaten en las mejores escuelas de negocios del mundo.
Parker Follet concebía al proceso de toma de decisiones como una unidad integradora de las diversas dimensiones de la vida humana, donde no puede existir una separación tajante, por ejemplo, entre ética y negocios. Esta pensadora alguna vez escribió: "No creo que tengamos problemas psicológicos, éticos y económicos. Tenemos problemas humanos con aspectos psicológicos, éticos y económicos, y a menudo legales". En este aspecto, adelantándose décadas a las modernas técnicas de gestión de capital humano y retención del talento, Parker Follet bregó por que las empresas elaboraran sus propias reglas laborales en lugar de limitarse a cumplir con las regulaciones públicas.
El campo de la negociación y la resolución de conflictos tampoco quedaron fuera de los intereses de esta pensadora. Décadas antes de William Ury y el método de negociación de Harvard, Parker Follet afirmaba que la clave de una negociación exitosa radica en encontrar los puntos de acuerdo subyacentes a los conflictos, es decir, hallar una solución que concilie los intereses de las partes para que no haya vencedores ni vencidos. Es otra forma de expresar el resultado win-win que popularizó el gurú de Harvard, William Ury.
Otro de los grandes aportes de Follet al management se encuentra relacionado con la teoría de las organizaciones. Esta pensadora creía que la unión de las fuerzas de los individuos forma un todo superior que las partes. El crecimiento de las organizaciones depende del grado de cooperación de los empleados, de su alineamiento con la estrategia y objetivos corporativos. En este aspecto, Follet bregó por el empowerment, es decir, el otorgamiento de mayores responsabilidades a los empleados en la toma de decisiones.
En definitiva, los Drucker, los Peters y los Porter no lo inventaron todo. Ya a fines del siglo XIX, las raíces del management moderno tenían perfume de mujer.
De la redacción de MATERIABIZ