Llegó a la presidencia de una compañía líder mundial sin descuidar ni por un momento sus deberes de madre
En 1993, ingresó a trabajar en Avon. Un año más tarde, se convirtió en presidenta de marketing. Cinco años después, ya era la presidenta de una compañía que nucleaba a más de 3,5 millones de vendedores alrededor del mundo, la mayor parte mujeres. Ofreciendo puerta a puerta sus productos, las "Chicas Avon" son responsables del 90% de la facturación de la compañía.
Andrea, madre de dos hijos, sufrió el problema en carne propia: "hay que hacer malabarismos para combinar la crianza de los hijos con el trabajo". En la empresa, implementó un sistema que otorga a las madres la suficiente flexibilidad horaria para asistir a actos escolares o llevar a sus hijos al médico.
Bajo la dirección de Jung, Avon también se convirtió en un modelo de responsabilidad social. La empresa realizó donaciones millonarias para la lucha contra el cáncer. Moderna, elegante y exitosa, a pesar de todas sus responsabilidades, Jung se las ingenió para ser una madre modelo. Y también tuvo el honor de que la prestigiosa revista Fortune la eligiera entre las siete mujeres más importantes de los negocios.
De la redacción de MATERIABIZ
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