Ya multimillonario, el fundador de Amazon.com acababa de tomar una decisión de vida: "podía unirse a Bertelsmann AG para expander su negocio, o podía seguir sólo, sabiendo bien que el gigante alemán de publicidad se aliaría con uno de sus competidores para ayudar a acrecentar su tienda de libros en línea". Bezos los rechazó y nunca miró hacia atrás, aunque Bertelsmann sí su unió a Barnes & Noble.
Pero la fiesta no había terminado, y hoy es tan fuerte que sigue despertando a los vecinos. En aquel entonces, Bezos acababa de comenzar a vender DVDs en Amazon, y esperaba expandirse a Europa. Hoy en día, Amazon está prosperando en ocho países, incluyendo Estados Unidos, y el Kindle va a la cabeza en el creciente mercado de lectores electrónicos. Afortunadamente, la sonrisa representativa de Bezoz no ha cambiado con el tiempo.
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