El japonés Genichi Taguchi (1924) se ganó un lugar entre los gurúes del management por sus minuciosas investigaciones sobre los costos que la mediocre calidad de los productos representa para la empresa.
La famosa Quality Loss Function (función de pérdida de calidad) asigna valor económico a las pérdidas que sufre la compañía por la insatisfacción de los clientes cuando la calidad del producto es inferior a ciertos parámetros establecidos. Esta función se utiliza frecuentemente para evaluar el costo de alcanzar (o no) determinados objetivos de calidad. Gracias a la Quality Loss Function, una empresa puede hallar una respuesta a interrogantes como: ¿Es conveniente seguir invirtiendo en mejorar la calidad? ¿El costo de la inversión en calidad es superior o inferior al costo por insatisfacción de los clientes?
Los métodos de Taguchi ponen énfasis en lograr una elevada calidad de producto a través de un diseño robusto en lugar de la implementación de estrictos controles de calidad. ¿Para qué gastar millones en procesos de control de calidad cuando se puede lograr el mismo objetivo diseñando mejores productos?
¿Cómo lograrlo?
Taguchi divide el proceso de diseño en tres etapas:
1) Diseño de sistema: consiste en la creación de un prototipo que funcione adecuadamente.
2) Diseño de parámetro: consiste en experimentar qué factores influyen principalmente en la performance del producto.
3) Diseño de tolerancia: consiste en establecer rígidos parámetros de tolerancia para los factores críticos para la calidad del producto y parámetros más laxos para el resto de los factores.
A través de este método el fabricante puede focalizar sus esfuerzos en los factores que impactan más fuertemente en la calidad del producto para minimizar los costos y maximizar la satisfacción del cliente.
De la redacción de MATERIABIZ