martes, 29 de julio de 2008

Soichiro Honda, de bicicletero a industrial automotriz





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Soichiro Honda, de bicicletero a industrial automotriz
Fracasaba en todos sus negocios. Pero un día, fundó la Honda Motor Company


Nacido en 1909 en una familia pobre de un pequeño pueblo japonés, desde temprana edad Soichiro Honda se apasionó por los artefactos mecánicos. Tal vez el taller de reparación de bicicletas de su padre fuera su primera inspiración.

A los 15 años, se mudó a Tokio para trabajar en la automotriz Hart Shokai. ¿Qué hacía en la empresa? Cuidar al bebé de su jefe. Lentamente, fue conociendo el negocio automotriz hasta que a los 21 años, ya convertido en un experto mecánico, le ofrecieron ser jefe de una sucursal en su pueblo natal. Pero Soichiro no tenía alma de ejecutivo y pronto arrancó con un proyecto propio: una fábrica de pistones. ¿El resultado? Un espectacular fracaso. Sus pistones no superaban las pruebas de calidad. Sin embargo, lejos de amedrentarse, Soichiro comprendió que su problema era la falta de capacitación y se inscribió en la universidad.

Tras un par de años de educación, regresó al ruedo y su fábrica de pistones comenzó a prosperar. Pero la suerte todavía no lo ayudaba. A fines de la Segunda Guerra Mundial, Soichiro perdió todo en un Japón devastado por las bombas norteamericanas. Sin embargo, en lo que parecía un terrible golpe adverso, él encontró la gran oportunidad.

En 1948, con su socio Takeo Fujisawa, fundó la Honda Motor Company para fabricar motocicletas. Los bombardeos habían acabado con buena parte del parque automotor japonés. La idea fundadora de la empresa consistía en incorporar motores a las bicicletas. El primer motor, demasiado pesado, fracasó estrepitosamente y Honda quedó otra vez en bancarrota. Pero no abandonó su sueño sino que elaboró un nuevo motor más liviano, rápido y silencioso. Las ventas se dispararon. Pronto, la producción de la compañía alcanzó las 9.000 unidades mensuales. Honda creció, instaló nuevas fábricas y expandió su producción a 25.000 unidades por mes.

La reputación de la empresa creció cuando las motos Honda empezaron a ganar competencias internacionales. A principios de los ’60, Soichiro expandió sus actividades hacia la industria automotriz, fijándose una ambiciosa meta: que un vehículo japonés ganara una carrera de Fórmula 1, sueño que cumplió en 1965.

En 1967, Honda apostó por la producción de vehículos pequeños. Cuando en 1973 la crisis del petróleo asoló al mundo, los asesores le aconsejaron reducir la producción para subir los precios. Pero Soichiro hizo exactamente lo contrario. Aumentó la producción e inundó el mercado de Honda Civic de bajo consumo, con lo que ganó un importante market share a nivel mundial.

A diferencia del resto de las corporaciones japonesas, el espíritu corporativo de Honda no enfatizaba en los logros colectivos sino en la iniciativa individual. La empresa creció gracias a una agresiva política de contratación de talentos y una fuerte apuesta por la tecnología y la innovación.

Soichiro mismo alguna vez expresó la filosofía de su empresa: "los productos Honda son conocidos en el mundo no sólo por su buena calidad sino también por la filosofía tras ellos: nuestra política es crear cosas que sirvan a los intereses de la gente".Soichiro Honda falleció el 5 de agosto de 1991. Su legado es una de las automotrices líderes a nivel mundial, una empresa con ganancias netas por más de 4.000 millones de euros en el 2005.

De la redacción de MATERIABIZ

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